Las empresas que «venden» tecnología atesoran un gran patrimonio tecnológico que, correctamente gestionado y desarrollado, les permitiría ganar competitividad en los actuales y futuros mercados globales.
Recientemente, una empresa fabricante de martillos hidráulicos que rompen roca sufrió en sus carnes la entrada de nuevos competidores procedentes de Asia que fabricaban martillos similares a los suyos pero a un coste mucho menor. Ya no eran competitivos. Ante esta situación, revisaron su estrategia tecnológica y llegaron a la conclusión de que lo que les hacía diferentes era su conocimiento y experiencia en romper roca durante los últimos 40 años. Sin embargo, hacerlo como siempre lo habían hecho, mediante el impacto de una pica impulsada por un sistema hidráulico, ya no les era provechoso empresarialmente. Analizaron otras tecnologías alternativas e incluso tecnologías emergentes que mejorasen la productividad de los antiguos martillos, y plantearon una nueva estrategia tecnológica: dirigir sus escasos recursos al desarrollo de una nueva tecnología que mejorase la actual.
¿Cómo lo hicieron? Definieron un proyecto de I+i como pilar de su estrategia tecnológica y han conseguido desarrollar una nueva máquina basada en una tecnología diferente a la anterior: la vibración de una gran uña a través de masas excéntricas, que mejora la productividad de los martillos hidráulicos en más de cinco veces. Hoy por hoy, sus ventas de la nueva máquina ya triplican a la de los martillos. Sin una estrategia tecnológica esto no hubiera sido posible.
La tecnología es uno de los activos más valiosos de las empresas, sin embargo, en muchas de ellas no se gestiona como tal; habitualmente, queda fuera de la reflexión estratégica interna tal y como se realiza con otros ámbitos de la empresa (plan financiero, plan comercial…). Una gestión eficiente de las tecnologías es un acelerador de la innovación, ya que, entre otras ventajas competitivas permite enfocar los recursos tecnológicos hacia innovaciones de mayor valor añadido y alineados con los objetivos estratégicos de la empresa.
Precisamente, uno de los principales obstáculos que encuentran las empresas para diseñar una estrategia tecnológica reside en identificar su patrimonio tecnológico. No son plenamente conscientes de que el valor de los productos que venden nace del conocimiento que tienen de una o varias tecnologías, ya sea a través de una máquina particular, una persona cualificada o una patente. Para ello, es deseable que tengan su inventario de tecnologías desarrollado y documentado, identificando las tecnologías clave para el desarrollo de su actividad.
La gestión de tecnologías hace frente a la efectiva identificación, selección, adquisición, desarrollo, explotación y protección de las tecnologías para mantener y hacer crecer el posicionamiento en el mercado y el rendimiento empresarial de acuerdo con los objetivos estratégicos de la empresa [European Institute of Technology (EITM)].
El éxito de una estrategia tecnológica [Porter, 1983] pasa por:
- Identificar todas las tecnologías que son empleadas por la empresa y por sus competidores en la cadena de valor.
- Identificar tecnologías potencialmente relevantes (tecnologías emergentes) en otros sectores que puedan implicar una asimilación y aplicación horizontal.
- Realizar un esfuerzo de determinación de rutas tecnológicas que nos permitan prever posibles reemplazos de tecnologías clave (tecnologías sustitutivas).
- Considerar el impacto de los cambios tecnológicos en la ventaja competitiva de la empresa.
- Reconocer cuáles son las competencias tecnológicas propias y considerar las debilidades y fortalezas para el seguimiento del cambio tecnológico.
- Seleccionar un comportamiento tecnológico que refuerce y esté integrado en la estrategia competitiva general.
- Reforzarla estrategia tecnológica en todas las áreas funcionales de la empresa.
El Plan Tecnológico es el documento que recoge, de una forma ordenada, la estrategia tecnológica de una empresa dentro de un horizonte temporal.
En línea con este enfoque, ITAINNOVA y ANMOPYC han desarrollado el modelo «TM4i – Technology Management for In
novation» para el sector de fabricantes de maquinaria. Dicho modelo se fundamenta en la selección y priorización de las tecnologías clave del inventari
o tecnológico de la empresa con el fin de definir un plan para el enriquecimiento y desarrollo de cada una de las tecnologías seleccionadas en el corto y medio plazo.
AUTOR
David Díez,
Desarrollo de Negocio